viernes, 5 de octubre de 2012

Capitulo 3, 2/2


He trabajado en Clayton’s desde que empecé en la universidad. Es la mayor tienda independiente de herramientas en el área de Portland, durante los cuatro años que he trabajado aquí, he llegado a conocer un poco sobre la mayoría de los productos que vendemos. Me alegro de que puedo hacer mi turno, ya que me da algo en que concentrarme que no sea Justin Bieber. Estamos ocupados: es el inicio de la temporada de verano, y la gente está redecorando sus hogares. La Sra. Clayton está encantada de verme.

—¡____(tn)! Pensé que no ibas a venir hoy.
—Mi cita no duró tanto como pensaba. Puedo hacer un par de horas.
—Estoy realmente contenta de verte.

Me envía a la bodega para comenzar a reordenar estantes y pronto estoy absorta en la tarea.
Cuando llego a casa más tarde, Katherine está usando los auriculares y trabajando en su portátil. Su nariz aún es rosada, pero tiene sus dientes en una historia, por lo que está concentrada y escribiendo frenéticamente. Estoy completamente agotada, exhausta por el largo viaje, la agotadora entrevista y por salir apresurada hacia Clayton’s. Me desplomo en el sofá, pensando en el ensayo que tengo que terminar y todo el estudio que no he hecho hoy porque estaba retrasada con... él.

—Tienes algunas cosas buenas aquí, ____(tn). Bien hecho. No puedo creer que no aceptaras su oferta de mostrarte los alrededores. Obviamente quería pasar más tiempo contigo. —Me da una fugaz mirada burlona.

Me sonrojo y mi ritmo cardíaco aumenta inexplicablemente. Esa no era la razón, ¿verdad? Él sólo quería mostrarme los alrededores para que yo pudiera ver que era el señor de todo lo que veía. Me doy cuenta que me estoy mordiendo el labio[,] y espero que Kate no se dé cuenta. Pero ella parece absorta en su transcripción.

—He oído lo que quieres decir con eso de formal. ¿Tomaste notas? —pregunta.

—Um... no, no lo hice.

—Eso está bien. Todavía puedo hacer un buen artículo con esto. Es una pena que no tengamos algunas fotografías originales. Atractivo *beep*, ¿no?
Me ruborizo.

—Supongo que sí. —Trato de sonar desinteresada y creo que lo logro.

—Oh, vamos ____(tn),ni siquiera tú puedes ser inmune a su apariencia. —Arquea una ceja perfecta en mi dirección.
¡****! La distraigo con halagos, siempre es una buena táctica.

—Probablemente habrías conseguido mucho más de él.

—Dudo eso, ____(tn). Vamos, prácticamente te ofreció un trabajo. Teniendo en cuenta que te he endosado esto a último minuto, lo hiciste muy bien. —Levanta la vista hacia mí especulativamente. Hago una retirada precipitada a la cocina.

—¿Y qué pensaste realmente de él? —Maldita sea, es curiosa. ¿Por qué no puede simplemente dejar pasar esto? Piensa en algo, rápido.

—Él está muy motivado, es controlador, arrogante… realmente aterrador, pero muy carismático. Puedo entender la fascinación —agrego sinceramente, mientras la miro desde la puerta, esperando que esto la calle de una vez por todas.

—¿Tú, fascinada por un hombre? Esta es la primera vez —resopla.

Empiezo a reunir los ingredientes para un sándwich para que no pueda ver mi rostro.

—¿Por qué querías saber si era gay? Dicho sea de paso, esa fue la pregunta más vergonzosa. Estaba mortificaday él también estaba enojado de que se la hiciera.Fruncí el ceño ante el recuerdo.

—Siempre que está en las páginas de sociedad nunca tiene una cita.

—Fue vergonzoso. Todo el asunto fue vergonzoso. Me alegro de que nunca tendré que posar los ojos en él.

—Oh, ____(tn), no puede haber sido tan malo. Creo que suena un poco como si le gustases.
¿Yo le gusto? Ahora Kate está siendo ridícula.

—¿Quieres un sándwich?

—Por favor.
No hablamos más de Justin Bieber esa noche, para mi alivio. Una vez que hemos cenado, soy capaz de sentarme a la mesa del comedor con Kate y, mientras ella trabaja en su artículo, yo trabajo en mi ensayo sobre Tess de los D'Urbervilles. Maldita sea, pero esa mujer estaba en el lugar, momento y siglo equivocado. Para el momento en el que termino es medianoche y hace mucho que Kate se ha ido a la cama. Me dirijo a mi habitación, agotada pero contenta de que he logrado tanto para un lunes.
Me hundo en mi cama de hierro blanco, envolviéndome en la manta de mi madre, cierro mis ojos y estoy instantáneamente dormida. Esa noche sueño con lugares oscuros, inóspitos pisos blancos, fríos y ojos mieles.

El resto de la semana, me sumergo en mis estudios y mi trabajo en Clayton’s. Kate también está ocupada, recopilando la última edición de su revista de estudiantes antes de tener que relegarla al nuevo editor mientras que también tiene que prepararse para sus finales. Para el miércoles ella está mucho mejor y ya no tengo que soportar la visión de su pijama de franela con demasiados conejos.

Llamo a mi madre en Georgia paraver cómo está, pero también para que pueda desearme suerte en mis exámenes finales. Procede a hablarme de su última aventura en la fabricación de velas: mi madre es aficionada a nuevos proyectos empresariales. Fundamentalmente está aburrida y quiere algo en que ocupar su tiempo, pero tiene la capacidad de concentración de un pez dorado. Será algo nuevo la próxima semana. Me preocupa. Espero que no haya hipotecado la casa para financiar este último plan.

Y espero que Bob —su marido relativamente nuevo y mucho mayor— mantenga un ojo en ella ahora que ya no estoy allí. Parece más centrado que el esposo número tres.

—¿Cómo están las cosas contigo, ____(tn)?

Por un momento, dudo y tengo toda la atención de mamá.
—Estoy bien.

—¡____(tn)! ¿Has conocido a alguien? —Wow... ¿cómo hace eso? La emoción en su voz es palpable.

—No, mamá, no es nada. Serás la primera en saber si lo hago.

—____(tn), realmente necesita salir más, cariño. Me preocupas.

—Mamá, estoy bien. ¿Qué tal Bob? —Como siempre, la distracción es la mejor política.


Más tarde esa noche llamo a Ray, mi padrastro, el esposo número dos de mamá, el hombre al que considero mi padre y cuyo apellido llevo. Es una breve conversación. De hecho, más que una conversación, es más como una serie de gruñidos de un solo lado en respuesta a mi gentil persuasión. Ray no es hablador. Pero todavía está vivo, todavía está viendo fútbol en la televisión, yendo al bowling y a pescar con moscas o haciendo muebles cuando no hace otras cosas. Ray es un hábil carpintero y la razón por la que conozco la diferencia entre un halcón y un serrucho. Todo parece ir bien con él.


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