domingo, 7 de octubre de 2012

Capitulo 7, 3/3


Bajo mi lápiz. Terminado. Mi examen final está terminado. Siento la sonrisa del gato Risón extenderse en mi rostro. Probablemente es la primera vez que he sonreído en toda la semana. Es viernes y celebraremos esta noche, celebrar de verdad. ¡Incluso podría emborracharme! Nunca antes he estado borracha. Le doy un vistazo a través de la sala de deportes a Kate, quién continúa garabateando furiosamente, a cinco minutos para terminar. Esto es todo, el final de mi carrera académica. Nunca tendré que volver a sentarme entre filas de ansiosos y aislados estudiantes. Dentro de mi cabeza estoy haciendo elegantes piruetas, sabiendo muy bien que ese es el único lugar en el que puedo hacerlas. Kate deja de escribir y baja su lápiz. Me mira y también veo su sonrisa de gato Risón.

Volvemos a nuestro apartamento en su Mercedes, negándonos a hablar de nuestro examen final. Kate está más preocupada por lo que llevará puesto esta noche en el bar. Yo estoy ocupada intentando tomar mis llaves dentro del bolso.

—Ana, hay un paquete para ti. —Kate está de pie en los escalones de la puerta principal sosteniendo un paquete envuelto en papel marrón. Qué raro. No he encargado nada en Amazon recientemente.
Kate me da el paquete y toma mis llaves para abrir la puerta principal. Esta dirigido a la Srta. ____(tn) Steel. No hay un nombre o dirección de remitente. Quizás sea de mi mamá o de Ray.

—Probablemente es de mis padres.

—¡Ábrelo! —Kate está emocionada mientras se dirige a la cocina por nuestra “Champán para celebrar que nuestros exámenes han acabado”

Abro el paquete y dentro encuentro una cajita mediana de cuero que contiene tres libros aparentemente idénticos, cubiertos con tela vieja y una tarjeta blanca. Escrita por un solo lado, con tinta negra y una clara letra cursiva, dice lo siguiente:

¿Por qué no me dijiste que había peligro? ¿Por qué no me advertiste?
Las damas saben de lo que deben protegerse, ya que leen novelas en las que se les previene de estos trucos…


Reconozco la cita de Tess. Estoy aturdida por la ironía de que acabo de pasar tres horas escribiendo acerca de las novelas de Thomas Hardy en mi examen final. Quizás no es una ironía… quizás es deliberado. Inspecciono los libros de cerca, tres volúmenes de Tess of the d'Urbervilles. Abro el libro. Escrito en el frente con algún tipo de letra antigua, está lo siguiente:  “Londres: Jack R. Osgood, McIlvaine & Co,1981.”

Santa mi.er.da, son primeras ediciones. Deben valer una fortuna y sé de inmediato quién las envía. Kate está sobre mi hombro contemplando los libros. Toma la tarjeta.

—Primeras ediciones —susurro.

—No. —Los ojos de Kate se amplían con incredulidad—. ¿Bieber?

Asiento con la cabeza.

—No puedo pensar en nadie más.

—¿Qué significa esta tarjeta?

—No tengo la menor idea. Creo que es una advertencia, honestamente, él continúa advirtiéndome. No tengo ni idea de por qué. No es como si estuviera golpeando a su puerta. —Frunzo el ceño.
—Sé que no quieres hablar de él, Ana, pero de verdad está afectándote. Con o sin advertencias.

No me he permitido obsesionarme con Justin Bieber durante esta última semana. Bueno… sus ojos mieles siguen frecuentando mis sueños y sé que me tomará una eternidad sacar la sensación de sus brazos a mi alrededor y su maravillosa fragancia de mi cerebro. ¿Por qué me envió esto? Me dijo que yo no era para él.

—He encontrado una primera edición de Tess en venta en Nueva York en 14.000 dólares. Pero la tuya se ve mucho mejor. Debe haber costado más. —Kate le está consultando a su buen amigo Google.

—Esta cita, Tess se la dice a su madre luego de que Alec D’Urberville le ha hecho una de sus maldades.

—Ya lo sé —reflexiona Kate—. ¿Qué intenta decir?

—No sé y no me importa. No puedo aceptar estos libros. Los enviaré de regreso con una cita igual de desconcertante de alguna parte oscura del libro.

—¿La cita en la que Angel Clare dice “vete a la mi.er.da”? —pregunta Kate con el rostro completamente serio.

—Sí, esa cita. —Me río. Amo a Kate, es tan leal y solidaria. Embalo los libros y los dejo en la mesa del comedor. Kate me da una copa de Champán.

—Por el término de los exámenes y nuestra nueva vida en Seattle. —Kate sonríe abiertamente.

—Por el término de los exámenes, nuestra nueva vida en Seattle y excelentes resultados. —Chocamos las copas y bebemos .

No hay comentarios:

Publicar un comentario